vitoria. Navarra se niega a pagar un sólo euro por la captación de la televisión pública vasca en la Comunidad foral a través de la TDT, y Euskadi dice que, al menos de momento, sólo sufragará el envío de la señal de ETB hasta un único repetidor. Así, un año después de la firma del protocolo de colaboración entre ambas comunidades en materia de euskera, infraestructuras y televisión, los navarros sólo pueden ver ETB-1 y ETB-2 en analógico.

Ayer, Aralar presentó una iniciativa en el Parlamento para que Lakua ofrezca a Navarra asumir todo el coste de la recepción del grupo que dirige Alberto Surio en los hogares navarros. La idea era pagar todo el multiplex, el sistema utilizado para trasladar la señal de la TDT, y aprovechar para emitir en Navarra también ETB-3 y la esperada ETB-4.

Decía el parlamentario de Aralar Mikel Basabe que el hecho de que el 15% de la decreciente audiencia de ETB sea navarra compensa con creces el pago del millón de euros que supone recoger la señal desde el repetidor de Monreal y enviarla a los hogares de la comunidad vecina. Coincidía el PNV en el análisis, pero el PSE se negó a aceptar el pago extra en tiempos de crisis y apostó, en palabras del parlamentario socialista Carlos Gorostiza, por "dejar trabajar a los gobiernos de Patxi López y Miguel Sanz". El PSE rechazaba sufragar todo el coste del envío de la señal a Navarra, pero tampoco quería enrocarse en el pago, únicamente, del envío de ETB-1 y ETB-2 a Monreal. "Queremos llegar a un acuerdo", explicó Gorostiza al popular Carlos Urquijo, quien en una enmienda apostaba por poner por escrito hasta dónde está dispuesto a llegar el Gobierno Vasco en este asunto.

Los ejecutivos de López y Sanz firmaron el pasado 3 de julio el protocolo que establecía la colaboración entre ambas administraciones para que los navarros puedan seguir viendo ETB, pero pronto la negociación quedó en un punto muerto al que en principio no se ve salida. En abril, Lakua recibió una propuesta de acuerdo de Pamplona, la que exime a Navarra de pagar un solo euro, y el Ejecutivo vasco no ha realizado contraofertas.