jerusalén. La presión internacional que siguió al asalto a la Flotilla de la Libertad daba ayer sus frutos con el anuncio de Israel de que suavizará el bloqueo a la franja de Gaza, donde permitirá la entrada de bienes de uso civil.

Las llamadas unívocas reiteradas por miembros de la comunidad de naciones en las últimas semanas y, sobre todo, las voces procedentes de la Unión Europea y de Estados Unidos -principal aliado de Israel en la esfera internacional- han forzado al Gobierno encabezado por el conservador Benjamín Netanyahu a aceptar ayer una "liberalización" del cerco que ahoga desde hace ya cuatro años a la franja costera palestina.

El Gabinete de Seguridad israelí, formado por el núcleo duro del Gobierno, anunció que "flexibilizará el sistema por el que los bienes civiles entran en Gaza y ampliará el flujo de materiales para proyectos civiles que estén bajo supervisión internacional, al tiempo que continuará con los procedimientos de seguridad existentes para impedir la entrada de armas y material de guerra".

"Es una decisión de principio, que aún tiene que ser ratificada por el Gabinete al completo, que también deberá determinar los pasos adicionales a seguir para hacer efectiva esta política", dijo el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Andy David.

Por el momento, nadie ha explicado en qué va a consistir exactamente la "liberalización" y qué productos no se permitirá introducir en la zona por temor a que puedan ser utilizados por las milicias palestinas.

Israel tampoco ha querido explicar con detalle cuál era la política a seguir hasta ahora, y se ha limitado a indicar que "no hay una lista cerrada de productos, sino que depende de otros factores, como quién sea el importador o cuáles sean las medidas de seguridad con las que se importan".

marginar a hamás "Ahora se permitirá la entrada de más cosas y a más organismos, pero eso no significa que vayamos a permitir la entrada libre de todo", manifestó David quien destacó que se aumentará la coordinación con las agencias internacionales que trabajan en el lugar para hacer llegar los bienes a las personas que los necesitan y evitar que caigan en manos del movimiento islamista Hamás.

"propaganda israelí" Uno de los destacados dirigentes de Hamás en Gaza, Ismail al Ashkar, declaró ayer que el anuncio del Gabinete de Seguridad "no tiene ningún sentido y forma parte de la propaganda del Gobierno israelí para poner fin a la presión que el mundo ha ejercido después del asalto a la flotilla" mientras navegaba en aguas internacionales el pasado 31 de mayo. Pero lo que la comunidad exige, según Al Ashkar, es "el levantamiento total del bloqueo", porque la población de Gaza "no necesita más kepchut y mayonesa, sino materiales de construcción para reconstruir sus viviendas y materias primas para la industria".