moscú. Al menos 187 personas murieron en los choques entre kirguises y uzbekos que estallaron el pasado día 11 en el sur de Kirguizistán, según las cifras provisionales ofrecidas ayer por el Ministerio de Sanidad de esa antigua república soviética en Asia Central.
"Según los últimos datos, el número de muertos certificados en centros médicos es de 187. Un total de 1.918 personas solicitaron asistencia médica, de las cuales 902 fueron hospitalizadas", señala el informe de Sanidad citado por la agencia AKIpress.
Los choques entre kirguises y uzbekos comenzaron en Osh, la segunda ciudad de Kirguizistán, la madrugada del viernes pasado y luego se propagaron a la vecina Jalal-Abad, pese al estado de excepción decretado por el Gobierno provisional kirguís. Los enfrentamientos provocaron la huida de miles de ciudadanos kirguises de etnia uzbeka al vecino Uzbekistán.
La presidenta interina de Kirguizistán, Rosa Otunbayeva, admitió la víspera que el número de víctimas mortales podría ser "varias veces superior" a la cifra que ofrece el ministerio de Sanidad, ya que la tradición local es enterrar inmediatamente a los difuntos sin certificar su muerte en el hospital.
Kirguizistán guardaba ayer un duelo nacional, que durará tres días, en memoria de las víctimas de los enfrentamientos étnicos, que según el Gobierno provisional kirguís fueron provocados por allegados del depuesto presidente Kurmanbek Bakíev, refugiado actualmente en Bielorrusia y cuya extradición reclama Biskek.
Por su parte, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) reveló ayer que sus médicos habían recibido testimonios de mujeres violadas en el contexto del conflicto interétnico en Kirguizistán en menos de una semana.
Seis mujeres relataron a médicos del organismo humanitario, que realizaban una ronda por hospitales, que habían sido víctimas de abuso sexual en la localidad de Osh, donde estallaron los enfrentamientos.
La portavoz del CICR, Ana Nelson, confirmó esta información y aseguró que por el momento no podía añadir más detalles, como el origen étnico de las víctimas, es decir, si son kirguises o uzbekas.
La Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos dijo la víspera que cuenta con información sobre casos de violación, pero pidió cautela por considerar que podrían ser rumores para atizar aún más la violencia.
Por otra parte, Nelson informó de que la frontera con Uzbekistán está ayer cerrada, mientras miles de personas mantienen la esperanza de cruzarla para garantizar su seguridad y la de sus familias.
Más de 100.000 ciudadanos kirguises de etnia uzbeka se han refugiado en Uzbekistán tras huir de los enfrentamientos étnicos. El 90% de estos refugiados son niños, mujeres y ancianos, según los datos que baraja UNICEF.