vitoria. La reunión de la Comisión Ejecutiva de Eudel que se celebra hoy en Bilbao no va a estar presidida por el optimismo. La Asociación de Municipios Vascos se ha volcado en los últimos años con la aprobación de la Ley Municipal, ha puesto todas las facilidades a su alcance al resto de instituciones, ha cocinado en su seno los consensos necesarios para evitar que encalle en el debate parlamentario, y ha visto por fin cómo sus esfuerzos pueden caer una vez más en saco roto.
El pasado 1 de mayo, el presidente de los alcaldes vascos, el primer edil de Tolosa, Jokin Bildarratz, abogó por "gestionar bien los tiempos" para evitar mezclar la tramitación de la Ley Municipal con la precampaña de las forales y municipales, una circunstancia que volvería a atascar todo el proceso, cuando ya se habían limado, dejando muchos pelos en la gatera, las diferencias entre PNV y PSE.
Los alcaldes enviaron a Lehendakaritza un texto con sus aportaciones, negociadas duramente por los regidores socialistas y jeltzales, y Patxi López afirmó que sus propuestas serían tenidas "muy en cuenta". Sin embargo, el lehendakari también dejó claro, admitiendo las bondades del texto de Eudel, hasta dónde está dispuesto a ceder el Gobierno. De hecho achacó a las diferencias de criterio con los alcaldes en algunos aspectos, en el Pleno del 4 de junio, el retraso a la hora de redactar el borrador de la Ley Municipal, que después había de devolver a Eudel y a las diputaciones para que presenten sus alegaciones.
Lakua no va a asumir el pago de la "deuda histórica" que tienen las instituciones forales y el Ejecutivo con los ayuntamientos a cuenta de los servicios prestados durante años por los alcaldes en competencias que no eran suyas, un 30% del total de la gestión municipal en Euskadi. Por ejemplo, al Ayuntamiento de Vitoria le tocado poner varios millones de euros en concepto de AES para mantener estas ayudas cuando se acababa el dinero del Gobierno Vasco. La factura por todos estos gastos es demasiado elevada como para que el Ejecutivo pueda pagarla.
Tampoco se brindará a los municipios una autonomía total, como éstos reclaman. El lehendakari defiende una una "mínima intervención" del Gobierno, y, por otro lado, hay un tercer aspecto que ha enredado a técnicos y políticos de Lakua en la redacción del borrador de la ley; la suficiencia financiera de los ayuntamientos.
Sí coinciden Eudel y el Gobierno en aspectos como la participación de los municipios en el Consejo Vasco de Finanzas con voz y voto, una de las principales reclamaciones históricas de los ayuntamientos.