pamplona. "En esas condiciones no vamos a firmar". Así de rotundo se mostraba ayer el presidente del PNV en Navarra, José Angel Agirrebengoa, a la hora de valorar los acercamientos que los diferentes partidos susceptibles de formar parte en Nafarroa Bai vienen dando en las últimas semanas para cerrar la composición que presentará la coalición ante las elecciones de 2011.

El secretario general de Eusko Alkartasuna, Pello Urizar, aseguraba hace un par de días que tratará de evitar que su acercamiento en la CAV a la izquierda abertzale ilegalizada repercuta en su apuesta por NaBai en Navarra, pero el dirigente jeltzale no ve clara la situación y ya marca la que será su postura.

Por un lado, Agirrebengoa explicó ayer que su partido considera "sorprendente" lo mucho que está influyendo "en el devenir" de la coalición "la mera publicación" del manifiesto de la izquierda abertzale Zutik Euskal Herria. El dirigente jeltzale aplaudió como "muy positivos" los pasos que está dando este sector hacia el uso exclusivo de vías políticas, pero tras advertir de que aún tiene sus dudas sobre cómo se cerrará su debate, denunció que esté "alternado las premisas y las estrategias políticas de determinados partidos de NaBai".

Por otro lado, y en parte como consecuencia de esta repercusión que están teniendo en NaBai los movimientos del sector ilegalizado, el dirigente jeltzale denunció que la presencia del PNV se está viendo afectada a nivel estructural, ya que "los acuerdos preceptivos para la incorporación de nuevas formaciones políticas a la coalición" ya no parecen requerir "del voto favorable unánime" como pasaba hasta ahora.

Ante ese modelo, Agirrebengoa criticó que "la NaBai que se está diseñando ahora, la NaBai a la que se ha llegado a un acuerdo entre Aralar y EA, nada tiene que ver con la de 2007". Y en esas condiciones, aunque reiteró que "la apuesta del PNV por NaBai es inequívoca", advirtió: "No vamos a firmar" una coalición presentada como "un negocio entre dos" frente a la NaBai de 2007, en la que, dijo, "estábamos todos cómodos e integrados", con una capacidad "paritaria" -pese a la pequeña representación electoral del PNV- y con un mayor respeto a la voz de los independientes.