Kiev. El Parlamento de Ucrania ratificó ayer el polémico acuerdo que prolonga por 25 años la permanencia de la Flota rusa en la península de Crimea, en medio de una batalla campal entre diputados oficialistas prorrusos y la oposición. "Hoy es un día negro en la historia de la Ucrania independiente. El Parlamento ratificó el acuerdo por la vía de la traición", afirmó la ex primera ministra Yulia Timoshenko, tras la agitada votación en la Rada Suprema (Legislativo).
Al contar con mayoría, la coalición oficialista no tuvo problemas a la hora de ratificar el acuerdo con Rusia por 236 votos a favor, diez más de los necesarios, pero la oposición no se quedó con los brazos cruzados. En cuanto la Rada abrió ayer sus puertas, los opositores desplegaron una gran bandera ucraniana que cubrió completamente sus escaños en espera de la entrada del presidente del Legislativo, Vladímir Litvín, antiguo aliado de Timoshenko y ahora considerado un "traidor" por la oposición.
Los oficialistas tomaron posiciones para proteger la tribuna, desde donde Litvín debía anunciar el resultado de la votación, que coincidía en el tiempo con la sesión de la Duma rusa, que ratificó por la vía rápida el acuerdo. Tan pronto como Litvín hizo su entrada, una lluvia de huevos cayó sobre él y sus guardaespaldas, que le protegían con dos paraguas. Aunque recibió algún impacto, el jefe del Legislativo no perdió la compostura y procedió a dar inicio a la sesión, tras lo que comenzaron los forcejeos y los puñetazos. Uno de los diputados de la formación opositora Autodefensa Popular (AP), Oleg Doniy, fue hospitalizado con conmoción cerebral.
Los opositores también lanzaron pastillas de humo para crear confusión, por lo que, pensando que se trataba de una bomba lacrimógena, los agentes de seguridad rompieron la puerta de entrada y varios diputados tuvieron que abandonar la sala. Finalmente, Litvín pudo anunciar la ratificación del acuerdo.