Armenia suspendió ayer la ratificación de los acuerdos de paz con Turquía, lo que representa un paso atrás a los esfuerzos por poner fin a un siglo de hostilidades. La decisión no sorprende ya que el tratado se econtraba en punto muerto tras las acusaciones cruzadas de tratar de reescribir el texto. Armenia, de mayoría cristiana ortodoxa, y Turquía firmaron acuerdos en octubre para restablecer las relaciones y abrir su frontera terrestre, en un intento por superar la matanza de miles de armenios a manos turcas en la I Guerra Mundial.