bangkok. El Ejército tailandés advirtió ayer a los camisas rojas de que les dispersará por la fuerza si intentan ocupar el distrito financiero de Bangkok, mientras que los líderes de las protestas amenazan con una nueva concentración masiva.

Si se aproximan a la calle Silom (centro financiero), "las fuerzas de seguridad emplearán gases lacrimógenos", y si la cruzan, "entonces, los soldados utilizarán balas de verdad", avisó el portavoz del Centro de Resolución de Situación de Emergencia, el coronel Sansern Kaewkamnerd, a través de los medios de comunicación.

El militar señaló que los efectivos de seguridad -más de 50.000 desplegados en Bangkok contra las protestas- actuarán si los camisas rojas deciden abandonar su campamento base, en la calle Rathchaparsong. "Hemos dejado muy claro que los oficiales no dispararán a matar, pero tienen derecho a defender sus vidas", añadió el coronel.

La pugna entre el Gobierno y los opositores, terminó con la cancelación por éstos de la marcha que tenían prevista por la calle Silom y, por el momento, concentrarán sus fuerzas en el casco antiguo de la ciudad. El centro financiero de Bangkok amaneció de nuevo vigilado por cientos de soldados que protegen la zona ante la amenaza de los camisas rojas de querer trasladar allí sus protestas. Uno de los lugares más vigilados es la sede del Bangkok Bank, que sigue rodeado por una alambrada para contener a los seguidores del Frente Unido para la Democracia y contra la Dictadura, que acusan a la institución financiera de haber apoyado el golpe de estado que depuso en 2006 al ex primer ministro Thaksin Shinawatra. La advertencia de las autoridades fue tomada en cuenta por ese Frente, la plataforma civil que emplea Shinawatra para presionar en las calles de Bangkok al Gobierno con el objetivo de recuperar el poder y cuyos miembros se distinguen por ropas coloradas.