Madrid. El líder del PP, Mariano Rajoy, llamó ayer a la "mesura, sensatez y responsabilidad" para acabar con la "crisis institucional" que afecta al Tribunal Constitucional, cuya renovación ahora ha descartado de forma tajante porque sería "un torpedo" con el que se "liquidaría su futuro".
Rajoy participó junto a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, en el acto que dio inicio a la campaña que el PP madrileño ha movilizado para rebelarse contra la subida del IVA programada por el Ejecutivo.
Sin embargo, las críticas al Gobierno, al PSOE y, en particular, a José Luis Rodríguez Zapatero por la "crisis institucional" que atraviesa España, en opinión de ambos, dejaron en segundo plano la oposición de los populares a la política fiscal del Ejecutivo.
Dos días después del rechazo del Constitucional a un nuevo borrador de sentencia del Estatut y tras la petición del presidente catalán, José Montilla, de renovar cuanto antes el tribunal, Rajoy ha puso énfasis en dejar clara la posición de su partido.
Ésta consiste en "defender la independencia de los tribunales" y acatar "las reglas del juego" que "dan medida al sistema democrático", y por ello, descartó que el PP quiera cambiar ahora la composición del Constitucional.
irresponsabilidad Aseguró que renovar ahora, "a mitad de partido", los integrantes del alto tribunal supondría "poner un torpedo en la línea de flotación" de la institución que "dañaría su crédito para siempre" y "liquidaría su futuro".
El presidente del PP, no obstante, remarcó que el PP quiere que el recurso de inconstitucionalidad "se resuelva cuanto antes", ya que los populares son "los primeros interesados" en saber si el texto tiene encaje en la Constitución.
Luego, criticó la "irresponsabilidad" de Zapatero en todo este proceso y le pidió que "rectifique y defienda las instituciones" para superar una "crisis" de la que "no quiere hablar", "huyendo de su responsabilidad". En este sentido, calificó de "inaceptables" las presiones que considera que está sufriendo el Tribunal Supremo por el proceso al juez Baltasar Garzón.
Muy dura contra el Gobierno, "sus sindicatos" (a los que ha calificado de "auténticos aparatos de agitación contra el PP") y el PSOE fue también Aguirre, quien por quinta vez en este año coincidió en un acto con el presidente de su partido.
A su juicio, al darse cuenta los socialistas de que van a ser desalojados del poder, vuelven al "doberman", "enturbian la atmósfera política, embarran el campo de juego y, como los malos equipos, empiezan a dar patadas a diestro y siniestro" y "destrozan" los fundamentos más esenciales de la convivencia democrática.
En un acto marcado al final por la lluvia, tanto Rajoy como Aguirre han enarbolado la bandera contra la subida del IVA, una decisión que el líder del PP calificó de "sablazo de mal gobernante a los ciudadanos que ya están pagando la crisis".
Entre voces de "no más IVA" coreadas por los asistentes, Aguirre lamentó que el Gobierno "asfixie" a los ciudadanos con esa decisión mientras "derrocha el dinero en mamarrachadas".
Una subida que calificó igualmente de "injusta, inútil y un nuevo jarro de agua fría en una economía ya congelada".