Los opositores al Gobierno de Tailandia aumentaron y fortalecieron ayer su campamento en Bangkok para defenderse de una eventual acción militar, mientras algunos de sus líderes sopesaban negociar su entrega a mediados de mayo. A lo largo del día, los partidarios del Frente Unido para la Democracia y contra la Dictadura celebraron exequias budistas para homenajear a las 18 personas que murieron en choques contra las fuerzas de seguridad.