vitoria. La propuesta del PP no tenía visos de prosperar, pero a veces las cámaras legislativas dan sorpresas y alguien se sale del guión. La enmienda de PNV, Aralar y EA tampoco parecía destinada a tener éxito y, efectivamente, ni la una ni la otra salieron adelante. Ambos textos versaban sobre la transferencia de las políticas activas de empleo, una materia que ha entrado en un punto muerto, tanto en Madrid como en Vitoria, del que los políticos no parecen saber salir. Los populares entraron ayer en la batalla dialéctica que mantienen PNV y socialistas a cuenta de esta farragosa competencia, presentando en el Parlamento Vasco una propuesta que urgía al Gobierno español a traspasarla a Euskadi en el plazo de dos meses. Es decir, instaba a Zapatero a romper su pacto presupuestario con los jeltzales.

El Gobierno está obligado a dar cuenta al PNV de la marcha de las negociaciones entre Madrid y Lakua, y sin su aval la transferencia no se puede materializar. La iniciativa de la popular Esther Martínez especificaba incluso que, ante la urgencia de ver incrementado el paro en 249 personas diarias en Euskadi, el Gobierno español debe "remover los obstáculos y, en especial, aquellos acuerdos -como el suscrito entre el Grupo Socialista y el Nacionalista Vasco en el Congreso- que impiden que asumamos la transferencia".

Los socialistas abogaban por hacerlo "en el plazo más breve posible", sin hipotecas temporales. "No vamos a imponer un plazo que no sabemos si se va a poder cumplir", afirmó el socialista Bixen Itxaso, quien cree que los partidos están entrando en un juego mediático que para la portavoz de Aralar, Aintzane Ezenarro, iniciaron los propios socialistas al anunciar la transferencia para el 1 de enero de 2010.

Ricardo Gatzagaetxebarria, por su parte, recordó los 135 millones de euros que separan a PSOE y PNV a la hora de cuantificar la transferencia, que asciende para los jeltzales a 450 millones. La diferencia corresponde a las bonificaciones de impulso al empleo, que exigieron en su propio texto PNV, EA y Aralar. "Queremos la competencia con contenidos", exigió Gatzagaetxebarria.