VARSOVIA. El fiscal jefe de Polonia, Andrzej Seremet, afirmó ayer que no hay ninguna prueba por el momento que sugiera que el piloto del avión que llevaba al presidente, Lech Kaczynski, hubiera sido presionado para aterrizar, causando así el accidente aéreo en el que falleció el mandatario y otras 96 personas. Entretanto, ya se ha identificado el cadáver de la primera dama, María Kaczynska, y se continúa con las labores de identificación del resto de víctimas (al cerrar esta edición se habían recuperado 87 de los 97 cadáveres), mientras las autoridades polacas trabajan en un funeral de estado que se celebrará el sábado.
El presidente del Senado polaco, Bogdan Borusewicz, anunció ayer que la ceremonia tendrá lugar en Varsovia, junto a la Tumba al Soldado Desconoido, y que, en el caso de que las inclemencias del tiempo impidieran un homenaje al aire libre, éste se trasladaría a la catedral de San Juan de la capital polaca. Borusewicz comentó que, tras el homenaje oficial, se celebrarán los funerales por las distintas víctimas, en algunos casos en otras localidades de Polonia, de donde procedían, pero no aclaró cuando será el sepelio de la pareja presidencial.
capilla ardiente Los ciudadanos polacos, que por miles siguen acudiendo al palacio presidencial, podrán despedirse de su presidente, Lech Kaczynski, y su esposa María, cuyos ataúdes cerrados serán expuestos juntos en una capilla ardiente en la planta baja del recinto a lo largo de toda esta semana.
Potr su parte el presidente del país en funciones y presidente del parlamento polaco, Bronislaw Komorowski, ha comenzado a anunciar nombramientos para sustituir a los altos cargos institucionales que viajaban en el avión siniestrado. Así el general Stanislaw Koziej será el nuevo jefe de la Oficina de Seguridad Nacional (BBN) y Jacek Michalwski el nuevo jefe de la cancillería presidencial.
Las autoridades polacas anunciaron asimismo que las dos cámaras del parlamento celebrarán hoy una sesión conjunta en memoria de los fallecidos en el accidente. >agencias