Washington. El presidente estadounidense, Barack Obama, firmará hoy mismo la histórica reforma sanitaria que aprobaron en la madrugada del lunes los miembros de la Cámara de Representantes, lo que la convertirá en ley, según informó ayer la cadena CNN, que citaba a dos responsables demócratas. La reforma sanitaria, que ya había sido ratificada el pasado diciembre en el Senado, fue aprobada por 219 votos a favor y 212 en contra en la Cámara Baja. Ahora, un paquete de enmiendas aprobado por el foro de Representantes el domingo tiene que ser aprobado por el Senado, algo que, según estas fuentes, no puede producirse antes de que Obama promulgue la ley.
La reforma constituye la mayor ampliación de las garantías de atención médica federales desde que se crearon Medicare y Medicaid hace cuatro décadas (agencias federales de sanidad). La iniciativa, valorada en unos 940.000 millones de dólares, ampliará la cobertura médica a unos 32 millones de estadounidenses que actualmente no cuentan con ella. Una vez Obama firme la reforma, el Senado deberá comenzar a debatir el complicado paquete de reconciliación (las medidas y acuerdos alcanzados para que la ley saliera adelante en la Cámara de Representantes), por lo que el presidente, según informa Político ya se ha volcado en trabajar para que también este paquete salga adelante.
Según una fuente de la Casa Blanca citada por esta publicación, Obama ha mantenido ya 92 encuentros o conversaciones telefónicas en relación con la reforma sanitaria. "Entiende que éste siempre ha sido un proceso de dos pasos, y este es el paso número uno, y ahora vamos al paso dos en el Senado", ilustró la fuente. Ayer mismo el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, anunciaba que Obama viajará el jueves al estado de Iowa (centro del país) para explicar el contenido de la reforma. Éste es un viaje simbólico ya que fue en ese estado donde el actual presidente de EEUU inició en 2007 su carrera hacia la Casa Blanca.
El Senado previsiblemente votará el paquete de enmiendas pendientes aún de aprobación a lo largo de esta semana, mediante un procedimiento conocido como "reconciliación", que requiere tan sólo una mayoría simple, 51 votos a favor, en lugar de los 60 necesarios mediante el procedimiento ordinario. En principio, los demócratas, que tienen 59 escaños, cuentan con un amplio margen. Pero los republicanos han jurado intentar cuanto esté en su mano para bloquear la propuesta estrella de Obama.
mensaje En declaraciones a la cadena CBS, la secretaria de Salud de EEUU, Kathleen Sebelius, reconoció que una parte de la población estadounidense se mantenía escéptica sobre la reforma, pero se mostró confiada en que la apoyarán cuando conozcan con detalle su contenido. La secretaria atribuyó la oposición de la gente a los mensajes negativos que han lanzado los republicanos en los últimos meses, y que contenía afirmaciones como que se recortarían los servicios que se prestan actualmente a través del Medicare o que a las familias se les impediría elegir el médico que quisieran.
En otra cadena de televisión, ABC, el congresista Patrick Kennedy, aseguró que su padre, Edward Kennedy, quien murió el pasado mes de agosto, estaría ahora "feliz" de ver cumplido su "sueño" de la extensión de la cobertura sanitaria.