alberto abaitua
vitoria. La presidenta de la Audiencia Provincial de Gipuzkoa, María Victoria Cinto, echó ayer más leña al fuego en la prolongada polémica que acompaña la renovación del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco. Semanas después de anunciar su renuncia al cargo que ocupa en la actualidad y a renovar su candidatura para presidir el alto tribunal vasco, la magistrada calificó de "grave irresponsabilidad" todo lo que ha acontecido en el triple bloqueo que ha impedido hasta ahora nombrar al sustituto de Fernando Ruiz Piñeiro, quien permanece como presidente en funciones.
Las críticas no son nuevas. El también candidato en la anterior convocatoria Manuel Díaz de Rábago denunció tras quedarse a las puertas del nombramiento la "práctica perversa" y la "influencia política" que impera en el Consejo General del Poder Judicial para lograr "pactos" que diluyan la dinámica de bloques patente en el máximo órgano de control de los tribunales del Estado.
En una línea similar, Cinto criticó ayer en un entrevista concedida a la agencia EFE la "contaminación política" que ha salpicado el proceso elector que ha impedido hasta ahora el nombramiento de alguno de los nueve jueces postulados para el cargo.
A falta de una semana para que concluya el nuevo plazo de presentación de candidaturas, la magistrada lamentó que los infructuosos procesos anteriores se hayan desarrollado "con luz y taquígrafos" en los medios de comunicación basándose en si los aspirantes "estaban adscritos a una u otra corriente" o "si caen bien o mal a uno u otro vocal".
Esta acumulación de episodios tendrá como resultado, a juicio de Cinto, un "déficit de legitimidad importante" para el candidato que finalmente logre aglutinar los votos necesarios para ocupar la Presidencia del TSJPV. "¿Qué ciudadano creerá después de lo que ha visto que esa persona tiene mérito y capacidad para dirigir ese tribunal?", cuestionó la magistrada ante la elección que el CGPJ aspira a completar antes de mayo.