Madrid. Con el documento Zutik Euskal Herria dentro de una carpeta negra con otros papeles bajo el brazo, Brian Currin (Sudáfrica, 1950) entra con prisa al hall del céntrico hotel madrileño en el que se hospeda, cerca del Círculo de Bellas Artes, donde ofreció el martes una conferencia apenas media hora después de aterrizar en Barajas, y del Congreso de los Diputados, donde la "reunión" en la que se encontraba, previa a esta entrevista, se le alargó más de la cuenta. Una espera de quince minutos que compensa con respuestas claras y concisas. Currin se toma su tiempo para responder, mide al milímetro cada palabra y si es preciso un minuto de silencio reflexivo, no duda en emplearlo.
Con una sonrisa serena y una mirada que transmite seguridad y experiencia, este abogado y experto en resolución de conflictos (Sudáfrica, Irlanda del Norte, Ruanda, Oriente Próximo…) habla de la propuesta de la izquierda abertzale con absoluto optimismo, una característica innata en él, como su determinación por terminar lo que empieza. En este caso, la resolución del conflicto vasco que, subraya, debe ser responsabilidad de "todos", también del Gobierno español, del que espera que asuma próximamente los principios Mitchell.
¿Durante su visita a Madrid ha mantenido contacto con algún representante del Gobierno español?
No, no he mantenido ningún encuentro con representantes del Gobierno. He sido invitado por Lokarri y he venido a Madrid para explicar las connotaciones y las consecuencias que puede tener la última declaración hecha pública por la izquierda independentista, Zutik Euskal Herria. Trato de dar mi visión sobre lo que está ocurriendo en estos momentos.
Usted hace una lectura muy positiva de ese documento. ¿No echa en falta alguna referencia ética más explícita por parte de Batasuna?
Es obvio que este documento no recoge una condena de la violencia por parte de Batasuna. Reconozco que si la hubiera, sería mucho más concreto, pero entiendo que este documento transmite un mensaje claro, que esto no es el final del camino, sino que es sólo uno de los pasos que conllevará otros para desarrollar y profundizar en la estrategia que plantea la izquierda independentista.
¿ETA está implicada en esta nueva fase que ha iniciado la izquierda abertzale a favor de un proceso democrático en ausencia total de violencia y sin injerencias? ¿Cree que ha participado en el debate desde el inicio?
Desde el momento en el que los líderes de la izquierda independentista comenzaron a revisar su estrategia y preparar la nueva, no sólo han consultado con sus bases en el País Vasco, sino que también la han consultado con ETA. Creo que ETA forma parte del debate y sabe cuáles son los pasos que está proponiendo la izquierda independentista en estos momentos.
Entonces, existe una complicidad de ETA en esta nueva estrategia.
Es que ETA es parte de la izquierda independentista. Este debate no se ha desarrollado aislando a ETA.
Haciendo un paralelismo con el proceso de paz irlandés y siendo optimistas en el sentido de que el grueso de ETA se compromete a dejar las armas, ¿cree que puede haber una escisión en la organización, como ocurrió con el IRA auténtico?
(Silencio) No quiero entrar a predecir nada de lo que pueda ocurrir en el futuro. Yo deseo que la integridad de la izquierda independentista abrace la nueva estrategia y que sean capaces de participar de una manera constructiva en un proceso democrático en ausencia total y absoluta de violencia de acuerdo a los principios Mitchell.
Si hubiera un grupo minoritario en ETA que decidiera seguir con la lucha armada, ¿cuál cree que debería ser la respuesta de la izquierda aber-tzale ante un eventual atentado?
Tenemos que remitirnos a los principios Mitchell, que son los que aparecen en el propio documento de Batasuna, y concretamente a la literalidad del párrafo que recoge el compromiso de que "nadie podrá utilizar la fuerza o amenazar con su uso para influenciar en el curso o el resultado de las negociaciones". A partir de aquí, si hubiera un grupo de disidentes que comete un atentado, de acuerdo con los principios Mitchell tendría que haber un posicionamiento en contra de ese atentado. Los principios Mitchell obligan a ello.
El Gobierno español no dará ningún paso hasta que tenga la certeza de que ETA ha decidido dejar las armas. ¿Quedan invalidados, entonces, los "principios Mitchell" mientras ETA no realice ningún gesto que constate su verdadera voluntad?
La referencia a los principios Mitchell supone que existe un mandato claro en relación a que la violencia se ha terminado ahora y en el futuro. Los principios Mitchell lo que establecen como medida principal es la cuestión de la irreversibilidad, es decir, desde el momento en el que tú dices que no vas a utilizar la violencia para tratar de condicionar el proceso, las negociaciones o el resultado de las mismas estás diciendo que no vas a volver a usar la violencia. No es esencial que haya una declaración de alto el fuego de ETA. Si los líderes de la izquierda independentista han hecho esta declaración, tengo la seguridad de que lo hacen porque piensan que la violencia es algo del pasado. Y porque los principios Mitchell lo que implican es que tiene que haber esa absoluta ausencia de todo tipo de violencia. Entonces lo que creo es que con esa aplicación de los principios Mitchell actualmente y de hecho hay un alto el fuego. Insisto en que si los políticos que negocian tienen esa seguridad de que no hay violencia, no es necesaria una declaración de alto el fuego.
¿Cree que estamos ante un alto el fuego tácito por parte de ETA?
No lo sé.
Pero está sugiriendo que ETA asume los "principios Mitchell" al formar parte de la izquierda independentista y, en consecuencia, un escenario en ausencia de violencia.
(Silencio) Quiero subrayar que nos encontramos en una fase preliminar, en la que deben ir creándose las condiciones para que haya un proceso de paz. Se trata de una fase, de un proceso de transformación del conflicto, de aceptar que la violencia ya no es una opción. Y ese proceso debe ser bilateral. Por ello, espero que haya una respuesta positiva por parte de Madrid, por parte del Gobierno español, y sería especialmente importante que pudieran asumir los principios Mitchell y que hagan declaraciones que puedan contribuir. Porque contribuyendo Madrid se darían unos pasos importantes para facilitar una declaración de alto el fuego. La responsabilidad debe ser compartida, todos tienen que aportar para que se produzca la transformación del conflicto y entremos en una fase de resolución.
¿Honestamente, cree que el Gobierno español asumirá los "principios Mitchell"?
Me imagino que un Estado democrático, fundado y basado sobre los principios de la democracia y la no violencia, no debería tener mayores problemas en aceptar unos principios, como los principios Mitchell, que además lo único que hacen es precisamente consagrar los principios democráticos y de no violencia.
¿Qué metodología plantearía usted para verificar un eventual alto el fuego "permanente y unilateral" por parte de ETA?
Por ejemplo, en el caso de Irlanda del Norte lo que se constituyó fue una comisión internacional para el desarme, que fue presidida precisamente por el senador George Mitchell. Esta comisión de desarme estaba encargada, sobre todo, de monitorizar el alto el fuego del IRA y, posteriormente, todo el proceso de entrega de armas. En el caso del conflicto vasco, también se podría constituir algo similar, una entidad internacional e independiente que tenga el encargo por parte de todos los partidos políticos de verificar ese alto el fuego.
¿De quién partiría la iniciativa y cuáles serían los pasos para constituir una comisión de desarme?
La decisión de cómo se forma esa comisión, con qué personas, tiene que ser acordada por los partidos de aquí, así como su misión y su manera de funcionar. Pero sí quiero subrayar la idea de que no debería ser una comisión que se encargue sólo de monitorizar el alto el fuego por parte de ETA, sino que también tendría que dedicar una parte de su trabajo a monitorizar la aplicación de las leyes especiales antiterroristas. Esta comisión debería investigar o, al menos, tener en cuenta las violaciones de los derechos humanos fundamentales no sólo las que puedan provenir de la propia ETA, sino también las que proceden de la estricta legislación española, como los casos de torturas. Esta comisión también debería recibir alegaciones sobre posibles casos de torturas para emprender las investigaciones oportunas y aclararlos.
¿En las próximas horas podrían darse más muestras de apoyo por parte de agentes internacionales a a un proceso de paz vasco?
Sí, habrá algún tipo de declaración. Estoy trabajando en ello para que venga suscrita por agentes que trabajan a favor de la paz y la resolución de conflictos en el ámbito internacional. Mostraremos nuestro apoyo al paso dado por la izquierda independentista y trataremos de aportar para crear condiciones hacia la resolución de conflictos.
¿Ha mantenido contacto los últimos días con Otegi o Diez?
No directamente, pero sí indirectamente con personas que mantienen contacto permanente con ellos.
Tantos años implicado en el proceso de resolución vasco, ¿se ha sentido en algún momento solo o incomprendido por seguir empeñado en el caso vasco? Otros agentes internacionales se alejaron tras el atentado de la T-4.
Ha sido como una montaña rusa, ha habido esperanza, decepción, pero soy de naturaleza determinante y optimista, y a pesar de las dificultades, no puedo decir que no hay esperanza. Mientras siga creyendo en la honestidad de la gente con la que estoy trabajando, hay esperanza.