El jefe del equipo que dirigió la investigación sobre el supuesto chivatazo que el 4 de mayo de 2006 impidió desmantelar el aparato de extorsión de ETA, Carlos G., volvió ayer a apuntar al ex director general de Policía Víctor García Hidalgo y a los otros dos mandos que están imputados como responsables de la filtración. El autor principal del informe que incrimina a García Hidalgo, al jefe superior de Policía del País Vasco y a un inspector de la Brigada de Información de Álava declaró durante casi dos horas ante el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, a quien la Sala de lo Penal ordenó "agotar la investigación".