palma de mallorca. El presidente del Gobierno balear, Francesc Antich, descartó ayer presentar una cuestión de confianza a su gestión en el Parlament balear, al tiempo que su Ejecutivo aprobará el viernes una ley en favor de la transparencia y legalidad en la gestión de los entes públicos, y del dinero que gastan. Tras la expulsión la pasada semana de Unió Mallorquina (UM) del Ejecutivo autonómico, los nuevos consellers tomaron posesión de sus cargos en el Consolat de Mar, sede del Ejecutivo, momento que Antich aprovechó para desafiar al PP a que si tiene una alternativa mayoritaria, plantee una moción de censura.

En opinión del presidente, adelantar las elecciones autonómicas crearía "más desconfianza" en los distintos sectores sociales y económicos de Baleares y en la ciudadanía.

iniciativa Gobernar en minoría tras la expulsión de UM supondrá un "sobre esfuerzo de escuchar a todos", manifestó Antich, para quien sólo el Govern tiene una mayoría parlamentaria estable. El presidente del Ejecutivo balear adelantó a través de la portavoz del Gobierno, Joana Barceló, que hoy mismo comenzará esta nueva etapa y que tiene previsto negociar con UM y PP el proyecto de Ley del Sector Público, que está previsto que esté vigente en seis meses y cuya finalidad es garantizar la transparencia y legalidad en la gestión de los entes públicos de las islas.

Joana Barceló señaló que el Ejecutivo ya está empezando a aplicarse el cuento y que la remodelación del Gabinete tras la expulsión de UM se ha aprovechado para reducir un 50% el número de sus altos cargos y asesores y el 20% de empresas públicas.