La Delegación del Gobierno en el País Vasco y el Ayuntamiento de San Sebastián, gobernado por el PSE, mantienen un litigio porque el Consistorio se niega a quitar el nombre de un presunto miembro de ETA de una calle del municipio. Dos meses después de que el Juzgado número uno de Donostia dictaminase que el Ayuntamiento debe cambiar el nombre de la calle de Mikel Gardoki, la placa sigue allí y nadie en el equipo de gobierno se ha planteado quitarla. Por el contrario, ha presentado un recurso ante el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) alegando que no queda claro que Gardoki fuese miembro de la banda armada.