Seúl. Robert Park, un activista pro derechos humanos estadounidense de 28 años, ha atravesado la frontera norcoreana para denunciar los abusos cometidos en este país, según informaron medios surcoreanos. Las autoridades de Corea del Norte no han hecho ningún comentario al respecto.

A principios de esta semana, Park dijo que este viaje era su deber como cristiano y que no quería que el Gobierno de Estados Unidos intentara liberarlo. "No quiero que venga el presidente Obama a pagar por mi rescate. Sólo quiero que los norcoreanos sean libres", dijo el miércoles antes de viajar a China. "No quiero salir hasta que los recluidos en campos de concentración no sean liberados. Si tengo que morir por ellos, lo haré", añadió.

Park ha participado anteriormente en varias campañas para denunciar las condiciones humanitarias en Corea del Norte y dijo que llevaría un llamamiento al líder Kim Jong-il para que cerrase los campos de concentración y pagase una compensación a las víctimas.

Asimismo, aseguró que quería ser arrestado para presionar a los gobiernos occidentales para que frenasen el sufrimiento de los norcoreanos. Gobiernos occidentales y activistas pro derechos humanos aseguran que Corea del Norte mantiene una red de prisiones políticas para aplastar la posibilidad de disidencia, así como ejecuciones ilegales y arbitrarias para intimidar a las masas.