Washington. El Gobierno del presidente Barack Obama adquirirá una prisión perteneciente al estado de Illinois donde serán recluidos algunos de los supuestos terroristas detenidos ahora en Guantánamo, indicaron ayer diversos medios de comunicación norteamericanos. La cadena National Public Radio señaló que el gobernador de Illinois, Pat Quinn, el senador por ese estado, Richard Durbin y funcionarios del gobierno federal harán el anuncio en la Casa Blanca. La radio, que citó como fuente de su información a funcionarios que pidieron no ser identificados, agregó que el presidente Barack Obama ordenó la compra del Centro Correccional Thomson, en un área rural cerca del río Misisipi, a unos 240 kilómetros al sur de Chicago.
La instalación, según las mismas fuentes, albergará a presos federales y a no más de cien detenidos de Guantánamo. Desde comienzos de 2002, el gobierno de EEUU ha recluido en la base naval estadounidense de Bahía de Guantánamo (Cuba) a cientos de hombres capturados en diversas partes del mundo como supuestos terroristas.
Durante su campaña electoral en 2008, Obama prometió que clausuraría el centro de reclusión de Guantánamo, pero desde su inauguración ha encontrado dificultades para transferir a otros países a los cautivos, y para elaborar un procedimiento sobre cómo enjuiciar a los sospechosos. Según NPR, el Gobierno ha considerado también otros posibles centros para la reclusión de los supuestos terroristas. Las autoridades de prisiones en Marion (Illinois), Hardin (Montana) y Forecen (Colorado) habían indicado interés en la asignación con miras a la creación de puestos de trabajo.
Apelaciones Por otra parte, el Tribunal Supremo de EEUU ha desestimado los recursos de apelación de cuatro británicos que alegan que fueron torturados durante su detención en la base naval estadounidense de Guantánamo entre 2002 y 2004.
Con la negativa del Supremo, de la que se informó ayer, a revisar el caso, queda firme el veredicto de un tribunal federal de apelaciones, según el cual el ex jefe del Pentágono, Donald Rumsfeld, y diez oficiales militares tienen legalmente inmunidad ante querellas por tortura y abusos religiosos presentados por ex prisioneros en Guantánamo.
Los demandantes son los ciudadanos británicos Shafiq Rasul, Asif Iqbal, Rhuhel Ahmed y Jamal Al-Harith, capturados en Afganistán en 2001 y entregados a Estados Unidos como supuestos terroristas. Estos hombres sostienen que realizaban tareas humanitarias en Afganistán y, después de la invasión estadounidense, buscaban los medios para retornar al Reino Unido. El Gobierno había instado al Supremo a que no admitiera los recursos con el argumento de que no tenían base legal para esas querellas durante su detención en Guantánamo. El Tribunal Federal del Distrito de Columbia había dictaminado en favor de la inmunidad de los procesados.