Londres. Un tribunal de Londres emitió el sábado una orden de detención contra la líder de la oposición israelí Tzipi Livni por supuestos crímenes de guerra, un día antes del previsto para que la ex ministra de Exteriores pronunciara una conferencia en esta capital. El proceso tiene relación con el ataque israelí a Gaza de hace casi un año, en el que murieron unos 1.400 palestinos, en su mayoría civiles. Livni debía dirigirse al Fondo Nacional Judío en Londres, pero renunció a su proyectada charla. No obstante, según el diario The Guardian, el tribunal suspendió su orden de arresto al comprobarse que no había pisado finalmente suelo británico.
El portavoz de la dirigente del partido Kadima en Jerusalén explicó que su decisión de no viajar al Reino Unido estuvo motivada por cuestiones de calendario y no por su temor a ser detenida por la Policía británica. La orden de detención cursada por la justicia por supuestos crímenes de guerra en su etapa al frente de la diplomacia israelí ha causado irritación en el ministerio británico de Exteriores, según Financial Times.
"El Reino Unido está determinado a hacer todo lo posible por fomentar la paz en Oriente Medio y ser un aliado estratégico de Israel", señala un comunicado emitido por el Foreign Office. "Para ello, los políticos israelíes tienen que poder venir al Reino Unido para mantener conversaciones con el Gobierno británico", agrega el comunicado.
Diversos grupos de presión pro derechos humanos llevan tiempo intentando conseguir que los tribunales británicos emitan órdenes de detención contra los políticos israelíes que vienen al Reino Unido. En septiembre, el tribunal de Westminster rechazó una orden de detención contra el ministro de Defensa, Ehud Barak, por su papel en los ataques contra la franja de Gaza a finales del 2008. El motivo del rechazo fue que Barak era en aquel momento un político en viaje oficial, lo que no habría sido el caso de Livni pues su proyectada visita tenía carácter privado.
En septiembre de 2005, el general Doron Almog aterrizó en Londres, pero se vio obligado a regresar inmediatamente a su país al enterarse en el último momento de que se había dictado una orden detención contra su persona.
El militar había sido acusado de ordenar la destrucción ilegal de 59 hogares palestinos en la Franja de Gaza en 2002. El jefe de Gobierno israelí, Benjamín Netanyahu, dejó claro en una nota de prensa que Israel "no aceptará un situación en la que Ehud Olmert, Ehud Barak y Tzipi Livni sean convocados a la tribuna de los acusados", en referencia a los tres líderes que dirigieron la citada operación militar, respectivamente, al frente del Ejecutivo y de las carteras de Defensa y Exteriores.