vitoria. "Nosotros no nos queremos mostrar ni mucho menos optimistas, porque la situación es de mucha tensión, crítica, pero las presiones internacionales que está recibiendo Rabat invitan a pensar que esto se va a resolver". Carmelo Ramírez, presidente de la Federación Estatal de Instituciones Solidarias con el Sahara, expuso a este periódico esta conclusión de la Plataforma Todos con Aminatu, reunida una vez más ayer en el aeropuerto de Guacimeta, en Arrecife, empleando un tono de voz menos crispado que días atrás, cuando no se habían posicionado ni Ban Ki-Moon, ni Estados Unidos ni la Unión Europea. Ahora, en cambio, "la Presidencia europea ha pedido a Marruecos que colabore con el Gobierno español en el regreso de Aminatu, Ban Ki-Moon ha instado a Rabat a solucionar el problema y Hillary Clinton le ha expuesto la urgencia de la situación. La presión es muy fuerte, Marruecos no puede enfrentarse al mundo", interpretaron las personas que llevan casi un mes acompañando a Aminatu Haidar en el aeropuerto de Lanzarote.
Ramírez no se mostró en exceso preocupado ante la nueva negativa, ayer, de Rabat a ceder a las exigencias internacionales: "Han quedado en seguir hablando, en seguir viendo las cosas. En las relaciones diplomáticas, en las primeras reuniones se suele mantener la posición", estimó el también consejero canario ante la llamada de DNA.
El portavoz de Todos con Aminatu enumeró las tres valoraciones que dicha plataforma hizo ayer. En un primer lugar, la del escenario de relaciones internacionales citado. En segundo lugar, "la denuncia de la intoxicación intolerable, en territorio español, por parte de los ministros marroquíes, de que se iba a introducir más terroristas y más drogas. Además, resulta intolerable que el Gobierno español lo permita, transmitió Ramírez.
En tercer lugar, los incondicionales acompañantes de Aminatu en Guacimeta denunciaron ayer una tercera cuestión: "el delito de lesa humanidad. Se han unido dos Estados contra una mujer, violando todas las leyes internacionales", señaló Ramírez.
deterioro físico Los miembros de Todos con Aminatu no han abandonado sus posiciones solidarias en la estación de guaguas del aeropuerto isleño desde que Haidar arrancó su huelga de hambre, hoy hace 28 días. Los que proceden de Canarias, a veces pasan una horas en sus casas, o visitan a sus familiares, pero parecen infatigables. Incluso, anteanoche la isla del viento les castigó con "mucha lluvia y viento, y se mojó el cobertizo donde dormimos... pero eso no es nada comparado con lo que está pasando ella", indicó Carmelo Ramírez. En este sentido, la tenaz activista saharaui va viendo "deteriorarse, de un día para otro, su estado físico. Se le nota muchísimo: está todo el día en la colchoneta de su cuartucho y apenas se mueve para ir al baño", narró Ramírez, quien negó la noticia remitida por un teletipo de que Haidar hubiera sido atendida por un médico ayer.
El fin de semana, como en el anterior puente, "se nota mucho: siguen viniendo delegaciones de muy diversos orígenes, en solidaridad con Aminatu", explicó Ramírez, quien ratificó las palabras del delegado de los Territorios Ocupados Omar Bulsan: "Ellos (los gobierno marroquí y español) no esperaban su firmeza" en la huelga.
La Plataforma exigió ayer de forma contundente la intervención del rey Juan Carlos "porque el tiempo se está acabando", indicó Fernando Perahita. En este sentido, el presidente de la República Arabe Saharaui Democrática y secretario general del Frente Polisario, Mohamed Abdelaziz, remitó una carta al Rey pidiéndole la intervención "de urgencia" para que interceda ante Marruecos y éste permita el regreso de la activista a El Aaiún.
Entre otros actos de solidaridad, ayer una joven sevillana de 22 años, Eva A.G., comenzó una huelga de hambre indefinida y decidió, en compañía de otros simpatizantes de la causa saharaui, acampar en la Plaza Nueva para exigir una solución al conflicto.
Mientras, medio centenar de marroquíes se concentraban en Beni-Enzar, entre Melilla y Marruecos, para protestar contra la huelga de hambre de Haidar, al considerar que es una maniobra de los servicios secretos argelinos. El ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación marroquí, Taib Fassi, afirmó en Nueva York que esto no es más que una "nueva tentativa" de Argelia y el Frente Polisario, que pretenden hacer fracasar las negociaciones para la resolución del contencioso del Sáhara Occidental.