vitoria. El lehendakari mostró hace una semana su enojo por el acuerdo alcanzado entre PSOE y PNV y el previsible retraso que implicaba en el traslado de las políticas activas de empleo, apalabrado por el jefe del Ejecutivo vasco para el próximo 1 de enero. No obstante, Patxi López dejaba la puerta entreabierta y se negaba a enterrar todas las posibilidades para que el anuncio avalado con la presencia del vicepresidente del Gobierno español Manuel Chaves llegará a buen puerto.

Cualquier sombra de duda que pudiera existir sobre esta cuestión quedó ayer definitivamente resuelta tras el Consejo de Gobierno semanal. La portavoz del Gabinete autonómico, Idoia Mendia, aclaró que el motivo por el que se desconvocó el próximo encuentro de la Comisión Mixta de Transferencias -previsto para esta misma semana- era que el traspaso competencial "no se va a producir" en la fecha anunciada por el máximo responsable del Gobierno Vasco. Mendia justificó que ante este escenario "no tendría mucho sentido" celebrar un encuentro que ha sido desestimado por ambas administraciones.

A pesar de este retraso sobre el calendario previsto, la portavoz insistió en que las respectivas delegaciones continúan con el mismo ritmo de trabajo para que la competencia de políticas activas llegue a Euskadi lo antes posible.

Desde el PNV comparten esta apuesta y confían en que el traspaso sea una realidad antes de septiembre del próximo año, siempre que se cumplan los términos fijados en el Estatuto de Gernika; es decir "asumiendo las facultades y competencias que en este terreno ostenta actualmente el Estado respecto a las relaciones laborales", según apunta la formación jeltzale. Desde este partido insisten en que el PSE tenía conocimiento del acuerdo rubricado con los socialistas en Madrid, a pesar de que Patxi López dejó entrever hace una semana lo contrario. Es más, aseguran que el consejero de Interior, Rodolfo Ares y el portavoz del partido, José Antonio Pastor, llamaron a Sabin Etxea para hablar del asunto.

Por otro lado, el secretario general de UGT Euskadi, Dámaso Casado, no descartó ayer tener que recurrir a movilizaciones si al final no se avanza para que llegue a Euskadi la transferencia de las políticas de empleo. El líder sindical, tras calificar de "vergüenza" la actitud del PNV, afirmó que "no hay justificación" para el retraso porque había acuerdo sobre todos los aspectos entre los gobiernos central y vasco.