"Para desgracia del PSE, sus diferencias con el PP no son evidentes"
Zallo ve costes para López y Retortillo cree "arriesgada" la apuesta del PP por un pacto que no le dará votos
bilbao. Su actuación con respecto a los símbolos sería uno de los flancos abiertos para la crítica hacia el PSE. Uno, pero no el único. El más visible pasaría por el pecado de origen de la entente constitucionalista y el viraje general del socialismo hacia posturas que se encontrarían lejos de un antagonismo PP-PSE. "No son evidentes hoy en día, para desgracia del socialismo vasco, las diferencias de identidad cultural y nacional entre PP y PSE. El acuerdo que han forjado contra natura de clase se ha forjado, en cambio, a nombre de España. Eso debe ser lo que les une... Creo que tiene un problema muy serio el socialismo de cara a intentar perfilar qué son de verdad desde el punto de vista tanto nacional como de clase", apunta Zallo. No obstante, considera que existirían actitudes que mejorar en cuanto a la oposición y, en este sentido, alude a las negociaciones presupuestarias para considerar que garantizarían que "la operación de desnacionalización en la que está incurso el PSE no tenga dificultades y, además, sea máxima". "No creo que sea lo que hay que hacer en este momento", opina.
Retortillo coincide en la imagen que puede transmitir el pacto con el PP, pero matiza: "Aunque en estos seis primeros meses en términos de opinión pública parezca muy relevante el papel del PP, lo cierto es que al final el que ocupa la institución es el que rentabiliza. En este sentido, el PP hace una apuesta arriesgada porque, en términos de opinión pública, quien finalmente se lleve el gato al agua sobre ese pacto será el PSE y, probablemente, tendremos el reflejo en las elecciones municipales".
Esa misma fórmula guiaría los designios de la oposición: "Desde la oposición abertzale, quien sale reforzado es quien tiene capacidad de condicionar la acción de gobierno. En realidad, creo que los dos beneficiados en el largo plazo son PSE y PNV, aglutinando electorados en detrimento de los pequeños. Si mi tesis es cierta, el polo soberanista no tiene futuro sin el PNV. Y contando con el PNV, sería el PNV el referente más fuerte del polo. De modo que la izquierda abertzale en su hipotética apuesta se encuentra ante un dilema de difícil solución".
Sobre la fuga de votos, Merodio advierte: "El pacto PP-PSE parece que estaba hecho a medio plazo para repartirse entre ellos un nicho de votantes ya reforzado y sólido. Dentro de esa lógica puede encajar mejor lo de la bandera roja y amarilla. Pero sí que puede haber una fuga en esa bolsa que puede estar a medio camino entre partidos progresistas o que reconocen la sensibilidad nacional, de modo que pueden votar tanto al PSOE como al PNV, o a EB o Aralar".