ontemplo, quizá menos sorprendido de lo que debería, cómo los medios de comunicación se han empeñado en ensalzar la figura de la que a partir de abril será nueva presidenta de Inditex, Marta Ortega. No dudo de que es más que apta para ocupar ese puesto -lleva toda la vida preparándose para ello-, pero lo de vestir su ascenso como el de una heroína que ha remado contra viento y marea roza ya el ridículo. "De doblar ropa en Zara a presidir Inditex", han titulado en algunos medios. No sé si el objetivo es conseguir el clic fácil o si realmente se quiere ensalzar la trayectoria de alguien cuya principal razón de haber llegado a presidir la empresa más grande de España es ser la hija del fundador. Empezó trabajando en un Zara de Londres, sí, pero lo que no dicen en el titular es que sus compañeras de trabajo pronto descubrieron que era la hija de Amancio Ortega al darse cuenta de que llevaba un Rolex en la muñeca. No me quiero imaginar la indignación e irritación que pueden sentir al leer esos titulares aquellos que realmente han tenido dificultades para sobrevivir y sacar adelante sus vidas y las de sus allegados. Solo espero no tener que volver a escuchar esta historia cada vez que la nueva presidenta de Inditex haga acto de presencia en los medios.