unque, como diría don Mariano, un vaso es un vaso y, por lo tanto, un culo es un culo, en nuestro querido templo del cortado mañanero, todo escapa a la lógica. Resulta que el martes, los viejillos compartieron en los respectivos móviles una noticia de la página web de este periódico en la que se contaba, con foto incluida, que un vecino de esta nuestra amada ciudad está mostrando su Urano a todo aquel que se meta en Google Street View y busque la calle Errekatxiki, número 5. Al parecer, el dueño de los mofletes, al percatarse de la presencia del coche que hace las fotos que sirven para construir este mapa, decidió que lo mejor era abrir su novena puerta al mundo virtual. Y claro, los venerables se han venido arriba. Han rechazado la idea de que el gesto del dueño del agujero negro sea una broma o una estupidez. Al contrario. Hay quien ve un acto de rebeldía contra la tecnología y la censura del desnudo en las redes sociales (de hecho, él fue borrado ayer), quien lo considera una muestra del hartazgo ante la sociedad, quien lo entiende como una declaración de intenciones frente a la vida y su inevitable final, e incluso quien lo percibe -esto fue de uno de los jóvenes- como una reivindicación del reggaeton ya que siempre están nalga para arriba, nalga para abajo. Vamos, que me tienen hasta el orto.