on permiso de que me lleven los demonios escuchar que el botellón es sinónimo de desahogo y otras mil lindezas más relacionadas con una epidemia que no provoca directamente pero si indirectamente ulcera estomacal, hoy me detengo en mi -nuestro- querido comercio local. Porque ante ese horizonte de nubes grises que algunos y algunas se han tomado muy en serio en hacer que no desaparezca, las pequeñas tiendas comandadas por su asociación Gasteiz On siempre consiguen lograr mi admiración y arrancarme una sonrisa. En un tiempo en el que la pandemia ha arrasado con sus actos más populares -ArdoAraba, Mercado de la Almendra (recientemente recuperado) o la Pasarela de Moda (reinventado)- el comercio de Vitoria-Gasteiz se saca de la chistera el Almendrivial para hacer que quienes todavía no les conocen -o los que ya sí- abran las puertas de sus negocios. Una maravillosa propuesta que amplia nuestros conocimientos de Vitoria y Álava a la vez que provoca, por lo menos, llegar hasta el escaparate de la tienda y, además de la pregunta, ver de paso lo que allí se vende. Un ejemplo más, en definitiva, de Gasteiz On de lucha contra la adversidad y saber sacar fuerzas e ingenio. ¿Divertirse con el botellón?. Yo propongo alternativa.