muchos les habrá venido a la mente la célebre frase y el movimiento pélvico que popularizó ese irreverente y locuaz cuervo vestido de etiqueta manejado por José Luis Moreno. Precisamente otros cuantiosos manejos del ventrílocuo y productor televisivo son los que han quedado al descubierto con la operación policial Titella (títere). Nada de hacer hablar a tiernos muñecos como Monchito o Macario, sino manejos mucho más escabrosos como estafa, blanqueo de dinero negro procedente del crimen organizado y del tráfico de drogas. Para ello el atareado Moreno manejaba más de 700 sociedades para fines ilícitos con las que el fraude detectado asciende a más de 50 millones de euros. Acostumbrado a manejar inocentes peluches, ampliaba esa acción hasta con sus propios trabajadores para los fines que hiciera falta con tal de seguir engordando su lucrativa organización. Como si de una actuación más se tratara, no dudó José Luis Moreno en fletar un autobús desde Madrid con rumbo a Bilbao y llenarlo con 54 de sus empleados. En la capital vizcaína ejercieron de falsos periodistas en una fastuosa rueda de prensa en el teatro Euskalduna en la puesta de largo de la obra Franciscus y embaucar así al magnate argentino Alejandro Roemmers, como un títere más. ¡Tooooma Moreno!