n año han aguantado las potentes finanzas vaticanas hasta que la Santa Sede ha sucumbido también al azote del coronavirus. Con la llegada de abril los altos cargos van a ver recortado su sueldo un 8%, mientras que para los religiosos y sacerdotes el tijeretazo será del 3%. La carta apostólica enviada por el papa Francisco apunta a esta medida "excepcional" para mantener los actuales puestos de trabajo y teniendo en cuenta que los costes de personal suponen la mayor partida de gastos con gran diferencia. Como si de una gran empresa se tratara la plantilla de empleados que suman la Santa Sede, el Estado del Vaticano, basílicas papales y vicariato de Roma, entre otros, se elevan por encima de las 6.000 personas. La notable caída de ingresos causada por la pandemia ha hecho saltar las costuras de la economía vaticana y, si esta situación se prolonga en el tiempo, no descartan incluso que sea necesario sacar a la venta parte del extenso patrimonio inmobiliario que aglutinan. A pesar de no conocer todos los datos con exactitud, la maquinaria vaticana maneja unos números desorbitantes como los 43 millones de euros del departamento de Comunicación de la Santa Sede para su medio millar de empleados. Al final, como todo el mundo, de los rigores de esta pandemia..... ¡no escapa ni Dios!