adrid debe de ser una especie de triángulo de las Bermudas o un agujero negro en el que ningún tema, por inane que pueda ser, consigue escapar del pimpampún político. Cualquier tema que sobrevuela su actualidad acaba en encarnizado y sangriento enfrentamiento. Ahora toca nieve. Ha nevado en Madrid, a mansalva todo hay que decirlo. Han tenido suerte que les pilló en fin de semana. Una nevada en Gasteiz hace diez años en un día de labor, menos espectacular que la descargada por Filomena, acabó poniendo contra las cuerdas al alcalde. Pero en Madrid las cosas son diferentes, se juegan otras batallas. En Madrid ya llevan dos días discutiendo la autoridad autonómica y la estatal sobre si se debe o no declarar la CCAA zona catastrófica. No cuestiono el objeto de discusión, cuestiono la discusión en sí misma. Si no discuten sobre eso lo harán sobre si la nieve es blanca o negra; o si es plástico, como defiende esa nueva corriente negacionista... de la nevada, cosas veredes. Entretanto, Madrid tardará aún en retomar la nueva normalidad previa, pero es que otras ciudades y pueblos de eso que se ha llamado España vaciada seguirán tan aislados o más por la nieve y el hielo y por el omniprotagonismo de las peleas de la Villa y Corte.