abrán leído que el rey emérito saldó el miércoles una deuda de 678.393,72 de euros con Hacienda -“sin requerimiento previo”, subrayaba su abogado en el comunicado, no sabría decir si con retranca o salero-, en relación al uso que investiga la Fiscalía del Tribunal Supremo de tarjetas bancarias por parte de Juan Carlos l y varios familiares con fondos opacos de un empresario mexicano. Los expertos en cosa tributaria aseguran que el paso puede ayudar a desbrozar el futuro judicial del exmonarca, en la medida en que esta causa podría ser la más amenazante de las que le sobrevuelan, puesto que ya no le protegía la inviolabilidad de la jefatura del Estado; los expertos en la cosa palaciega aseguran que quiere volver a casa por Navidad, contraprogramando por cierto a su hijo en el momento regio estrella del año, el mensaje de Nochebuena. Sea como fuere, me ha llamado la atención la respuesta de la vicepresidenta segunda del Congreso, Ana Pastor (PP): “Eso entra dentro de las decisiones individuales de la persona a la que usted se ha referido y, por lo tanto, no tengo nada que decir”. La persona a la que usted se ha referido... Está claro que Pastor aprendió de Mariano Rajoy y su ya legendario “ese señor del que usted me habla”, ya saben...