yuso vuelve. De hecho, no hay día que no firme algún momento memorable. Tiene mérito. Estaba aún masticando el momentazo en Telemadrid, cuando con gesto entre cabreada y sorprendida, reprendió el domingo por la noche a la periodista que la entrevistaba. El momento transcurrió más o menos así: “¿A cuántos sanitarios ha contratado para ese hospital?”, le preguntó la periodista sobre el nuevo hospital de Valdebebas. La presidenta de la Comunidad de Madrid respondió yéndose por los cerros de úbeda, que si qué gran noticia, que si no le va a faltar de nada, y la periodista repregunta y Ayuso acaba con dos frases magníficas, a saber, “yo no soy la responsable de los recursos humanos de la consejería de Sanidad” -efectivamente, solo es la presidenta de la Comunidad- y el colofón, tras un incómodo silencio, fue “son preguntas que no se le hacen a una presidenta autonómica”, faltaría más. Ahora Ayuso, innovadora como es ella, se saca de la manga un confinamiento modo de oca a oca solo los puentes festivos, rompiendo el acuerdo de cierre perimetral al que había llegado con Castilla-La Mancha y Castilla y León, esta última por cierto gobernada por su propio partido. Parece fiel seguidora de aquello de “la única cosa peor que hablen de ti es que no hablen de ti”.