falta de quince días exactos para el primer martes tras el primer lunes de noviembre, la campaña de las elecciones presidenciales en Estados Unidos alcanza un punto crítico que no se ciñe a la polémica en torno al voto por correo y dibuja algunos interrogantes respecto a las predicciones, casi generales, sobre un previsible triunfo del candidato democráta, Joe Biden. Todas las encuestas nacionales le dan una notoria ventaja en voto popular respecto a Donald Trump, pero es preciso recordar las peculiaridades del sistema electoral estadounidense, la elección mediante compromisarios por estados y el hecho de que apenas 80.000 votos en tres estados (Wisconsin, Michigan y Pensilvania) inclinaron la balanza a favor del hoy presidente cuanto todas las encuestas señalaban como favorita a Hillary Clinton en 2016. De hecho, a pesar de que los cálculos otorgan ya al ticket compuesto por Joe Biden y Kamala Harris el apoyo de 219 miembros del colegio electoral -se necesitan 270 del total de 538- frente a los 195 que al parecer se habría asegurado el dueto Trump-Pence, hay al menos seis estados (Pensilvania, Florida, Carolina del Norte, Georgia, Ohio e Iowa), que se consideran aún en disputa y solo dos, de nuevo Pensilvania (20) y Florida (29), otorgan prácticamente la llave de la mayoría necesaria. En el primer caso, el esfuerzo de la campaña de Biden parece concederle cierta ventaja (algo más de cuatro puntos según las encuestas locales), pero en el de Florida -el tercer estado más representado en el colegio electoral, tras California (55), Texas (38) y empatado con Nueva York (29)- apenas 1,4 puntos separarían a ambos candidatos. Y es preciso recordar que solo en dos ocasiones desde 1924 el principal swing stateno ha señalado al ganador, que en 2016 fue clave en la derrota final de Clinton y que en 2000 fue escenario de una impugnación ante el Tribunal Supremo que terminó con la victoria de George Bush sobre Al Gore por solo 537 votos. Tanto es así que los analistas otorgan el 95% del triunfo a Biden si gana en Florida y reducen dicho porcentaje al 40% si no lo hace. Además, ni siquiera la relevancia que en estas presidenciales se concede al voto latino (32 millones de votantes registrados) y el hecho de que Florida sea uno de los estados en el que este voto tiene más impacto juega del todo a favor de Biden debido a la influencia de la inmigración cubana, que apoya mayoritariamente a Trump.