Es difícil despedir a una persona extraordinaria, entrañable cuya mayor virtud era ser simpático, servicial, generoso, trabajador, encantador, familiar, religioso con el que me unía una gran empatía, todavía lo recuerdo tomando un café en Casablanca en su silla de ruedas con su cuidador. Aparejador de profesión, son innumerables los cargos y trabajos que ha realizado, entre ellos:-Responsable de la Rehabilitación del Casco Viejo.-Fundador del grupo de dantzas Txirinbil.-Miembro de la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País.-Impulsor de la 1ª bajada de Celedón en 1954 y Celedón de Oro.-Promotor de festivales en Mairuelegorreta.-Intervino con Fisac en la construcción de la Iglesia de la Coronación.-Cofundador de la Ikastola Olabide y del Estadio.-Promotor del Belén de la Florida 1959.-Belenista incansable dejando su gran obra de Belenes en la Iglesia de San Francisco de Asis. Etc..., entre otrosTuvo que refugiarse, exiliado por motivos políticos en San Juan de Luz con su familia, pero otra vez en Vitoria siguió trabajando por la ciudad de Vitoria. Pero la biografía de Luis Mari es el amor por los suyos, junto con su esposa Begoña han conseguido la unión de los 6 hijos, 22 nietos y 27 biznietos, han formado una familia que ha sido su mayor obra en esta vida, a los que amaba y disfrutaba en su casa de Gopegui (era el Clan Sánchez).Luis Mari ha dejado una gran huella en la sociedad vitoriana, ha sido tan famoso como algunos de sus hijos y creo que se merece tener una calle con su nombre para recordarlo siempre. Un abrazo muy fuerte a su inseparable Begoña e hijos Josu, Mikel, Xabi, Zuriñe, Miren e Imanol. Descanse en paz. Juan Carlos Gómez de Carrero