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Una senda reconocible

Hace años, en 2012, Vitoria-Gasteiz añadió a su nombre la coletilla de European Green Capital. Lo hizo como colofón a décadas de trabajo común de muchos y diferentes en situar las políticas de sostenibilidad ambiental, urbanística, social y económica en el centro de los objetivos de la ciudad, extensibles al territorio histórico. Aquel hito fue, a la vez, final e inicio, cerrando capítulos muy notables en la gestión diaria de la capital y de sus instituciones y abriendo un abanico de posibilidades, de responsabilidades y de tareas por hacer que aún no ha concluido, y que si el gen verde del municipio y del territorio no varían, no concluirá jamás, ya que la realidad impone procesos de adaptación constante y nuevos retos y metas que alcanzar como colectivo. Entre ellos, incrementar la eficacia y la eficiencia del gasto energético, la descarbonización del transporte, de los domicilios y de la industria, el uso e implementación de energías renovables, el respeto al medio ambiente, con una flora y una fauna amenazadas por el cambio climático, la contaminación y el uso y abuso de los recursos naturales por parte de la humanidad o los esfuerzos para disfrutar de un sector primario local sostenible, también en lo económico. Es cierto que parte del trabajo está hecho, con una apuesta institucional decidida por el transporte público en detrimento del privado. Hay resultados notables de la red de autobuses interurbanos. La progresiva electrificación de las soluciones urbanas para pasajeros –con éxitos de ciudad incontestables como el BEI o el tranvía– o la adquisición de nuevos autobuses 100% eléctricos, han llegado para quedarse, como la recuperación de un servicio ferroviario de cercanías. A todo ello hay que sumar el cambio de paradigma a la hora de contar con mayor poder de generación eólica y fotovoltaica, no exento, desde luego, del ruido de muchas voces que piden orden en la creación de las nuevas infraestructuras. Tampoco hay que desdeñar el trabajo técnico realizado en la recuperación y consolidación del Anillo Verde o de la red de parques naturales, auténtico referente. Sin embargo, y para no morir de éxito, aún queda camino por recorrer, que se hará andando. Los principales agentes industriales ya trabajan en proyectos de nueva economía, el parque de viviendas –en el foco de todas las miradas, por fenómenos como la exclusión residencial de los más vulnerables– cada vez es más accesible, confortable y eficiente, al igual que las calles, en las que el peatón ha ganado terreno en detrimento de unos automóviles motorizados sin disimulo con soluciones eléctricas o híbridas. Vitoria y Álava recorren su propia senda con paso firme.

El autor es director de Diario de Noticias de Álava.