Asocio Alderdi Eguna a la ilusión de llenar el autobús en Mamariga. Los preparativos de la víspera, las prisas del domingo desde primera hora. El encuentro con la familia y los amigos que ocupábamos medio autobús. Temprano de mañana, con todo el maletero lleno de mesas, sillas, bolsas y mochilas, salíamos hacia Gasteiz.
Recuerdo la emoción en Altube cuando nos sumábamos a la caravana de autobuses que compartíamos “galleta” y destino. Mi primer recuerdo es la campa inmensa de Salburua. Nada más desembarcar lo primero era instalarnos. En algún Alderdi lluvioso guarecidos entre camión y camión. Allí, se dejaba todo preparado para la comida.
El menú era el clásico de fiambrera: tortilla de patata, filetes y merluza rebozada. Ama, aita y los mayores se iban acercando al escenario pasando por las txoznas. Nosotros a jugar, a hacer cola en los hinchables y pelotear con el balón. No nos perdíamos los aizkolaris y tampoco el talo más grande posible en la txozna de Igorre, con amigos de aita y ama. Volvíamos de aquel viaje contentos, con ganas de volver al año siguiente y con un queso de Irati que apenas duraba unos días.
En Salburua nuestro Alderdi Eguna joven empezaba los viernes. Recuerdo también los preparativos, las tiendas de campaña, el transporte, los bocadillos. Llegábamos por cuadrillas y la cena era una fiesta continua de reencuentro, abrazos y complicidad.
Añoro los encuentros políticos del sábado por la mañana, la manifestación de la tarde en Gasteiz y nuestros eternos debates que nunca nos aburrían. El domingo nos costaba levantarnos, pero luego nos sentábamos en primera fila, llamando la atención desde EGI, llenos de pegatinas y rodeados de ikurriñas. Xabier Arzalluz nos recordaba aquello de: “kalimotxo bai baina euskara eta Euskadi ere bai”.
Días de iniciación, de exaltación de la amistad, forja de compromiso y militancia. Tarde, muy tarde, recogíamos y limpiábamos todo, tratando de dejarlo como lo habíamos encontrado. Volvíamos a casa felices, deseando volver para vivir con intensidad el Alderdi Eguna en su formato de 48 horas sin interrupciones.
Hoy me acerco Foronda con respeto, agradecimiento, reconocimiento y emoción. Respeto a quienes nos antecedieron y han hecho realidad la continuidad de nuestro avance progresivo en la idea que nos vio nacer: “Euskotarren Aberria Euskadi da”.
Agradecimiento a todas y todos los militantes y simpatizantes que me han ofrecido toda su confianza y apoyo. Ese trabajo cercano, silencioso y permanente nos ha traído, y me ha traído, hasta aquí. Reconocimiento a quien me legó la makila, el Lehendakari Iñigo Urkullu, maestro y referente político e institucional.
Hace 15 años me ofreció la oportunidad de participar en el proceso Think Gaur Euskadi 2020, una transformación en positivo que lideró y ha hecho realidad. A quien lo ha dado todo todos los días por defender los intereses de Euskadi, nuestros Derechos, Autogobierno y bienestar, todo mi respeto y reconocimiento. Zorionak eta eskerrik asko bihotz bihotzez!
Siento emoción al acceder a una tribuna que he seguido cada año con todo interés y atención. Una tribuna desde la que nos han hablado gigantes de la política vasca, personas que han liderado este País desde que tengo uso de razón.
Alderdi Eguna es un alto en el camino para encontrarnos, valorar nuestra situación y tomar fuerza para afrontar los retos de futuro. Este año somos conscientes de que vivimos un momento de cambio global. Hemos llegado a este día con fortaleza institucional y política, manteniendo la confianza mayoritaria de la ciudadanía en nuestro proyecto y nuestras propuestas.
Ahora se trata de compartir un diagnóstico y acertar en las respuestas, tal y como siempre hemos hecho. La novedad es que nuestro escenario de futuro se ha ampliado, es cada vez más complejo y global. Considero que este es un reto y una oportunidad para nuestro Pueblo.
Este Alderdi Eguna comparto mi preocupación por las amenazas ante las que nos encontramos en este momento histórico. Asistimos a un crecimiento global de los valores del individualismo y el materialismo que van en contra de nuestros valores y el “sentido de comunidad” que debemos reforzar.
Padecemos también un progresivo debilitamiento del prestigio de las instituciones públicas y políticas en todos los sistemas democráticos, también en los más avanzados. Me preocupa la tendencia rampante del populismo y la demagogia. Debemos tomar la iniciativa y anticipar la respuesta, consolidando la ejemplaridad en la acción pública, siempre desde el máximo consenso, el compromiso con la transparencia y la rendición de cuentas.
Me inquieta el crecimiento del extremo opuesto a la globalización, que está conduciendo a un proteccionismo cortoplacista y a una tendencia clara al centralismo de los Estados, también en Europa y especialmente en el Estado español.
Reafirmo el compromiso en la defensa de nuestro Autogobierno singular, la cultura vasca y el euskera. Nuestra respuesta es la incorporación de la cultura como Objetivo de Desarrollo Sostenible número 18, así como el avance en la oficialización y normalización del euskera en toda Euskadi, en el Estado y en Europa.
Reivindico, además, una respuesta contundente ante los intentos de centralización y uniformización que estamos conociendo. El último ejemplo, una vez más, lo tenemos con el cuestionamiento de nuestro sistema de Concierto y Convenio Económico. He compartido una propuesta con la presidenta navarra, María Chivite, para defender la singularidad de nuestro modelo, poner en valor y afirmar el compromiso en su defensa como Derecho histórico y piedra angular de nuestro Autogobierno.
Estos son los retos y amenazas ante los que nos encontramos en el nuevo escenario global. Debemos demostrar, como siempre hemos hecho, capacidad de ofrecer respuestas en un momento crucial, de incertidumbre, de cambio y transformación.
Alderdi Eguna es también el espacio para reivindicar y reforzar nuestro modelo y la capacidad que hemos demostrado en el pasado para ofrecer respuestas efectivas y constructivas. Este modelo nos ofrece confianza y seguridad para seguir creciendo como País. Se trata de convertir los retos en oportunidades fortaleciendo el sentimiento de comunidad, la ejemplaridad, el compromiso con la cultura y el euskera o las potencialidades del Autogobierno vasco.
El mundo actual nos ofrece oportunidades que debemos identificar y aprovechar; poner al servicio del desarrollo y crecimiento de nuestro Pueblo. Nuestra responsabilidad es gobernar este País y es, también, política. Vamos a trabajar por una Euskadi más global, con conexiones y redes internacionales, conectada al mundo. Vamos a mantener nuestro compromiso con un nuevo futuro político para Euskadi, porque el derecho histórico nos asiste y la voluntad democrática y mayoritaria del pueblo vasco será decisiva y determinante.
Conscientes de la dimensión de nuestro País, aspiramos a ser dueños de nuestro futuro, tal y como hemos defendido siempre desde Mamariga a Foronda, pasando por Salburua, recorriendo cientos de kilómetros desde el Ebro hasta el Adur para defender el Autogobierno kilómetro cero.
* Lehendakari del Gobierno Vasco