Me ha sorprendido el discurso inconexo de Carlos Herrera sobre Juan Carlos I. Es tan pelotudo el peloteo que hasta él, con una voz que sale de entre la derecha y la pared pero experimentada, justifica al emérito con chorradas. Allá a quien se las cuele: “El Rey Juan Carlos ha pasado todo el fin de semana en la Ría de Pontevedra y no ha pasado nada de lo que decían los heraldos del escándalo. (...) Tipos que persiguen a un señor de 84 años que no tiene ninguna causa pendiente. (...) Para ponerse a disposición de la Justicia primero te tiene que llamar la Justicia, ¿no? (...) Estos bolivarianos... La Justicia son ellos, también”.