La exportavoz del Partido Popular en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, nos tenía acostumbrados a sus salidas de tono y su particular y lenguaraz forma de hacer política. Tras su defenestración, escasas han sido las ocasiones que nos ha regalado alguna de sus perlas. Tras declarar persona non grata a Santiago Abascal en Ceuta, con la abstención del PP, lanza una carga de profundidad contra su propio partido: “Demonizar a quien te permite gobernar es una incongruencia moral y un disparate estratégico”. Intuimos que no la veremos como diputada la próxima legislatura, salvo que le hagan hueco en Vox.