Va a haber codazos en primera fila de socavón. No en vano, Gasteiz amenaza con poner patas arriba buena parte de su entramado urbano para facilitar el arreón de obra pública previsto para los próximos meses. Con ello, los amantes de las zanjas y del turismo de excavadora van a tener la posibilidad de variar visitas y recorridos según las apetencias y la legislatura. Así, si lo que se desea es comprobar el discurrir de las nuevas apuestas que hace la ciudad para convertir su transporte público en sostenible, se podrá elegir entre los itinerarios trufados de obreros y maquinaria que están llamados a acoger en breve la extensión del tranvía al campus y la futura llegada de éste a Salburua o el próximo BEI, un hito de la ingeniería eléctrica. Aparte, se esperan andamios y vallas en el entorno del memorial de víctimas y en la consolidación del Teatro Principal, hasta la fecha, huérfano de mimos institucionales. Ahora bien, si lo que se pretende es observar grutas de tamaño bíblico, Vitoria aspira a duplicar la rotonda de América Latina (y soterrar parte de ella) y a tunelar la solución para la alta velocidad en medio de la urbe. Si el menú no convence, la ciudad podrá activar su interés por levantar un auditorio en las inmediaciones de La Senda y por seguir con las peatonalizaciones. Con ello, la oferta será redonda.
- Multimedia
- Servicios
- Participación