Dicen en Ciudadanos que no hay que juzgar los tuits personales del multimillonario Marcos de Quinto, unos de los fichajes estrella de la formación naranja antes de las últimas elecciones. El ex ejecutivo de Coca Cola, con una fortuna estimada en torno a los 50 millones de euros, acaba de confundir el Open Arms con un crucero de lujo por el Mediterráneo en el que viajan pasajeros “bien comidos”. En sus mensajes suele emplearse a fondo contra todo lo que huela a pobre-que somos la gran mayoría teniendo en cuenta su patrimonio- al más puro estilo Trump. Con pretensiones de cultivado y elegante no deja de ser un zafio en las formas además de un necio en el fondo. Habla como si se sintiera por encima de todo y de todos, inmune a las críticas, protegido por el silencio cómplice del partido que le reclutó y sabedor de que, pese a las barbaridades que suelta, hay mucho facha radical suelto por ahí y mucho pelota advenedizo dispuesto a reírle las gracias, como suele ocurrirle a los más poderosos. Es rico, adulado, incluso ha recibido premios y reconocimientos por su labor empresarial. Es diputado en el Congreso y miembro de la Ejecutiva de Ciudadanos. Es un representante del pueblo que le eligió, por cierto, y ahí sigue, tan locuaz y tan pancho.
- Multimedia
- Servicios
- Participación