Leo que Facebook ha lanzado una nueva aplicación con la que pagará a los usuarios que acepten utilizarla para poder recopilar sus datos sobre el uso que hacen de otras apps -sobre lo que hacemos con Facebook, WhatsApp o Instagram ya lo sabe todo-. Entre los datos que pretende recopilar con esta nueva aplicación estarían por ejemplo la lista de las apps instaladas en el dispositivo, el tiempo que usuario dedica a utilizarlas o la información sobre el dispositivo, el país y el tipo de red que utiliza. Asegura la compañía de Mark Zuckerberg que no recopilará el ID del usuario, contraseñas ni archivos como fotografías o mensajes. También afirma el supergigante que no venderá estos datos recuperados a terceros y que no pretende usarlos para ofrecer publicidad dirigida. Hace tiempo que abrimos nuestras vidas a un gran hermano que quizá no ande muy lejos del que predijo Orwell. Y todo con una naturalidad pasmosa. Porque nuestro gran hermano parece bastante más sibilino, más sutil. Le entregamos nuestras vidas a golpe de bits y de píxeles. Facebook nos ofrece ahora una remuneración por meternos un espía -otro- en nuestro móvil. Cuando veo a los malos de las pelis de James Bond y sus planes para dominar el mundo tengo serias tentaciones de concluir que la realidad supera la ficción.