Te estás haciendo esperar. Y no me extraña. Si yo fuera tú y viera el panorama que me espera ahí fuera, te aseguro que mi primer pensamiento sería darme la vuelta y cerrar los ojos muy fuerte. Porque este mundo da miedo, cada vez más, en una progresión que resulta increíble pero que -ya descubrirás que la gran ley científica de vida es la del amigo Murphy- no solo es posible, sino que es la pura y dura realidad. En esta sociedad clamamos democracia para votar a tipos como Trump u Orbán, entregarles el poder, y dejar que nos achiquen la libertad. Y no te quiero asustar más, pero ni siquiera son los peores que han pisado el planeta. El ser humano es bastante absurdo y descubrirás que nuestra idiotez y maldad no conoce de razas, credos, fronteras... Descubrirás que en este mundo hay manadas, tipejos que se creen que la mujer es un objeto a su servicio. Te encontrarás con auténticas islas de plástico en el mar y negros mantos de contaminación sobre nuestras ciudades. Te toparás con trabajos mal pagados y con un Estado del Bienestar en modo supervivencia. En fin, la lista es larga, mucho más de lo que yo pueda contarte. Pero te recomiendo, a pesar de todo, que superes ese primer impulso de huir. Porque hay momentos que lo compensan todo. Ya te contaré...
