Mientras el procés catalán se encamina hacia las elecciones del próximo 21 de diciembre con un resultado aún incierto tanto electoral como de cara a su futuro, Euskadi aborda con horizontes y ritmos distintos varios aspectos clave para su autogobierno y, en definitiva, el bienestar de la ciudadanía vasca. El pasado lunes, la Ponencia de Autogobierno del Parlamento Vasco, que tras las distintas comparecencias de expertos ha entrado en la fase de concreción de propuestas, situó en el próximo 13 de diciembre el momento para encontrar coincidencias y consensos respecto al derecho a decidir y al nuevo estatus para Euskadi. En las próximas semanas, por tanto, los partidos protagonizarán encuentros bilaterales o multilaterales con el objetivo de encontrar puntos en común y, si fuera posible, un texto en el que plasmar las coincidencias que puedan ser susceptibles de lograr el máximo consenso. A partir de ahí, la coordinadora de la ponencia, Jone Berriozabal, recogerá las bases y principios acordados por los grupos que los avalen, con lo que podrá redactar un informe a finales de enero de 2018 para la consideración de los partidos. Los intentos de retrasar el debate sobre el derecho a decidir, llevados a cabo por PP y PSE, no han encontrado, por tanto, eco en el resto de formaciones, conscientes de que el autogobierno es un asunto que debe resolverse sin mayores dilaciones. En este sentido, y en contraste con la unilateralidad que ha tenido lugar en Catalunya, la vía vasca que se está llevando a cabo en Euskadi busca mediante el diálogo la consecución del mayor consenso posible que se materialice en un acuerdo mayoritario y plural que posteriormente sea ratificado por la sociedad vasca. Es el esquema con el que Euskadi ha intentado funcionar siempre. En este mismo sentido, esta semana -en concreto, el jueves- tendrá lugar en el Congreso de los Diputados el debate y ratificación del acuerdo sobre la renovación de la Ley Quinquenal del Cupo y las modificaciones del Concierto Económico. Aunque algún grupo, como Ciudadanos, ya ha planteado su oposición radical, es de esperar que el resto cumpla su compromiso y ratifique sin fisuras uno de los grandes pilares del autogobierno que, precisamente, ratifica con plena lealtad la apuesta de la vía vasca por el diálogo y el acuerdo.