Con todo este lío de las banderas varias, me ha dado por revisar algunas cosas que he escrito aquí sobre tema símbolos. Así, sin forzar demasiado el archivo, me he encontrado unas cuantas entradas, lo que debe de significar que militantemente tropiezo en la misma piedra y, estrategia ventilador en marcha, que no soy la única. Así que, tras las movidas eurovisivas o futboleras de estos últimos días, episodios 2.0 de otros vividos, he recordado con cariño aquel Pleno del Ayuntamiento de Villava en el que esa historia que se dio en llamar guerra de las banderas acabó con enseñas de Osasuna y Iron Maiden en los asientos de los concejales, conviviendo con varias ikurriñas y las banderas que oficialmente exhibía el Consistorio. Me pregunto ¿podría exhibir una bandera del amigo Eddie en Eurovisión? Parece que no. Pero la hipótesis es tentadora. Yo aviso de que soy más de melena y camiseta negra que de noche eurovisiva. Me pregunto también si la prohibición de la estelada en la final de Copa conseguirá algo que no sea que haya más personas que intenten llevar una estelada al partido. Y también he recordado aquel maravilloso Pleno del Parlamento Vasco en el que, en plena espiral de venirnos arriba, uno de los parlamentarios acabó planteando la posibilidad de que el himno de Euskadi fuera Imagine de Lennon.