Un día gris, 5 de abril del año 2016, nos dejó Conde (Juan Carlos Rodríguez Gutiérrez), de Santa Cruz de Campezo, bajo la implacable y majestuosa mirada del monte Ioar, al que tanto amaba. Un hombre sencillo, extrovertido, simpático, alegre, sincero, fiel y amable. Rockero empedernido, valiente, atrevido, fuerte y trabajador incansable. Polifacético, siempre dispuesto a echar una mano a cualquiera que lo necesitara. Tozudo y honrado. Solamente dos personas pueden parecerse a él, sus hijos Izaro y Aritz. Permanecerá siempre en nuestros corazones.