¡huy lo que ha dicho! Va Luis de Guindos y asegura que el hundimiento de las bolsas se debe a una “desaceleración” de la economía. “En absoluto puede hablarse de crisis”. ¿Les suena? Como Pedro Solbes en 2008 antes de que nos diéramos cuenta de que nos estábamos sumergiendo en el tremendo socavón del que todavía no hemos conseguido salir. Pues bien, el ministro de Economía en funciones del Gobierno que todo lo ha hecho bien advierte de que la “desaceleración” es mala sobre todo para los bancos. Apriétense los machos porque viene gorda. Puede ser el aviso de la gran crisis que acabará asolándonos definitivamente una vez que ya nos hemos comido el paro, la hucha de las pensiones y los ahorros de nuestros mayores. Y no me extraña, la verdad, porque nuestros sapientes gestores no han hecho otra cosa que parchear, dejar pasar el tiempo y esquilmarnos a la mayoría para sostener su chiringuito y a los bancos. Y a ver si les daba tiempo a llenarse los bolsillos y que el marrón se lo comiera el siguiente. Ni un solo cambio estructural del modelo cíclico este nos aboca de tiempo en tiempo a llenar de agujeros el cinturón para ajustárnoslo hasta que el dolor tape el hambre. Ojalá no sea así, pero eso de la “desaceleración” da mucho miedo...
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