Podría dedicar estas líneas al chaval que ha querido... bueno, no sé qué ha querido, al chaval que le soltó un derechazo a Mariano Rajoy, pero ni puñetera gana de darle al personaje ni media línea más que pueda sumar al ego, que parece desbordante de serie y ya ha sido adobado por los colegas que le aplaudían tras la hazaña; joder qué tropa Mariano. Me tentaba bastante más algo sobre la destitución de Jose Mourinho del Chelsea, al parecer tras renunciar a cobrar la indemnización de 50 millones de euros que le correspondía al llegar a un acuerdo con el club. Y, además, esto abre una puerta fantástica a la especulación -que siempre es más divertida- sobre si Florentino Pérez se animaría a recuperar al portugués para el banquillo del Real Madrid ahora que parece que a Rafa Benítez lo quieren sacrificar en la pira; sería como un anuncio de turrones, vuelve, a casa vuelve, todo tan navideño... El próximo juicio a Christine Lagarde, directora gerente del Fondo Monetario Internacional, por supuestamente beneficiar a un buen amigo de Nicolas Sarkozy mola mucho. Pero estoy haciendo estos días esfuerzos ímprobos por convocar mi espíritu navideño y conjurar las ganas locas de calzarme el casco de Darth Vader y liarme a espadazos láser por la galaxia de estas líneas.