Anda el patio enredado en los hilos de la madeja electoral que ha empezado a fraguar el presidente del Gobierno. Dice Rajoy que la cita para las generales llegará el fin de semana del 20 de diciembre o el anterior, y algunos de los observadores habituales de la cosa política reflexionan y llegan a la conclusión de que la fecha no es muy adecuada porque la peña votante estará esos días pensando en la movideña y todo lo que conlleva: puentes, niños sueltos y alegría porque sí. Vamos, que las navidades son para otros menesteres, y votar no es uno de ellos. A mí, francamente, me da lo mismo si las elecciones son ese fin de semana, el anterior o el próximo, porque tengo muy claro a quién no quiero ni ver en el Gobierno, y entre ellos está ese registrador gris y el muchachote musculoso que figura al frente del, ejem, socialismo español. En lo que no han caído los analistas es en la verdadera coincidencia fatal: el 18 de diciembre se estrena el séptimo episodio de La guerra de las galaxias. Nada podrá competir con la maquinaria publicitaria de la película durante ese fin de semana. Será el centro informativo mundial, una supernova. De hecho, estoy por votar para que nos gobierne Hans Solo. O, mejor, Chewbacca. La fuerza sí los acompaña.
