ya lo saben: “Las mujeres, cuanto más desnudas más elegantes”. Ese es el consejo de moda lanzado por el pepero José Torres Hurtado, a la sazon alcalde de Granada, a la hora de invitar a los mejores estudiantes de su ciudad a una fiesta en su honor. No sé qué se le pasó por la cabeza al regidor granadino cuando soltó tamaña estupidez. Parece ser que quería decir que fueran cómodas a la fiesta, que no se acicalaran demasiado porque quería organizar un acto informal. No habló de orgías ni nada parecido aunque algún mal pensado -desde luego, no es mi caso- pudiera interpretarlo así. Y menos después de oír su particular recomendación a los chicos: “Cuanto más vestidos, más elegantes”. Pues vaya fiestón, ¿no? Ellas en pelotas y ellos abrigados como si Granada fuera Siberia en pleno invierno. Cóctel de contrastes, para empezar, con caldito caliente reservado para las mujeres y granizados de limón para los hombres. Me imagino los bailables, las conversaciones, los escarceos... ¡Ah, no!, que como son mentes privilegiadas no ha lugar a equívocos ni a falsas interpretaciones. No sé cómo reaccionarán los padres de ellas cuando las vean prepararse, o sea desnudarse, para la ocasión. “¿Pero adónde vas así?” Nada, nada, tranquilos. Elegancia pura.
