Hasta donde sé, los miembros de los tribunales de cuentas públicas que existen diseminados por todo el Estado los nombran los correspondientes parlamentos autonómicos; es decir, los diferentes poderes legislativos; es decir, los partidos políticos. La labor de los tribunales de cuentas consiste en el control externo de la actividad económico-financiera del sector público estatal, autonómico y local, incluidas las empresas de titularidad pública: en resumen, vigilan el uso que hacen las instituciones del dinero público, que es nuestro dinero. Esto es absurdo, lo miren como lo miren ustedes, y lo miren como lo miren los gobernantes y políticos que participan en su elaboración. Veamos la lista de obviedades: los parlamentos están compuestos por miembros de partidos políticos; los gobiernos locales, provinciales, autonómicos y nacionales están compuestos por miembros de partidos políticos; los tribunales de cuentas públicos están compuestos por personas que son propuestas y votadas por miembros de partidos políticos, y en ocasiones hasta son miembros de partidos políticos. No quisiera pecar de picajoso, pero me da que existe cierto problema de choque de intereses y de falta de independencia, ¿no les parece? Y si no les parece, abran mejor los ojos.